23 de enero de 2010

La moto

De lo que podía comprarme
lo mejor que vi fue la moto
es como si fuera un piloto
y las calles son sólo nubes
salgo de bailar en los clubes
me llevo una pinta prendida
con la moto vivo la vida

Fue mucho mejor que comprarme
un radiograbador estéreo
yo prefiero, te digo en serio
antes que soñar con sonidos
ordenados por algún vivo
y volcar cualquier ocurrencia
conseguir mi propia experiencia
con la moto vivo la mía
y no la de los del Suquía

Me compré por fin una moto
como la que yo siempre quise
y si no querés que te pise
no te me cruces por la lleca:
te vas a ganar una beca
para ir a estudiar teología
allá con la Virgen María

No quisiera ser tu verdugo
pero yo a la calle la arrugo
por eso te doy un consejo
para conservar tu pellejo
no salgas a la calle, viejo
sólo si es un caso de urgencia
y si fuera así, por prudencia
tené bien a mano, a la vista
tu carné de la mutualista

Eran muchas cuotas pero, mes a mes
yo me las arreglaba
iba por las calles y decía para mí:
me compré la moto,
me compré la moto y la pago de a poco

Cuánto tiempo anduve mirando vidrieras
y motos ajenas
caminando como un bobo sin velocidad
hasta que un buen día
me compré la moto y arrasé con todo

Mientras no me echaran antes del trabajo
la hubiera pagado
hoy, no sé quién fue que se quedó con ella
una moto nueva
y en el accidente no le pasó nada

Dígame San Pedro, a usted qué le cuesta
dejarme traerla
si en el paraíso no se mata nadie
no soportaría
una eternidad sin montar en mi moto.



La canción se puede escuchar acá, pero no sé por cuánto tiempo :)


20 de enero de 2010

Si l últim letr

Una de las cosas que me llama la atención de la cultura catalana/española es el esfuero que hacen por integrar a los inmigrantes. No quiero entrar en la discusión de si Cataluña lo hace mejor o peor que el resto de España, o si lo hacen lo suficientemente bien o mal, o si las políticas al respecto podrían ser más o menos duras. Simplente notar que, dentro de lo posible, se tiende a respetar y acoger a los que somos inmigrantes. Incluso, a veces, en demasía.

Por otro lado, Cataluña hace mucho esfuerzo por revalorizar su cultura y sus costumbres, que no se pierdan, que perduren; cosa que encuentro totalmente natural y se dio en muchas, sino todas, las culturas a lo largo del tiempo.
Lo que sí me resulta raro es la tendencia de los catalanes a confundir "cultura" con "lengua". O sea, pareciera que el resto de las características que definen la cultura local no son, ni de cerca, tan importantes como la lengua. El catalán lo es (casi) todo para un catalán hecho y derecho...
Se puede hacer la prueba: uno puede decirle a un catalán cosas como "el cine catalán no sirve", "la sardana es aburrida" o "las costumbres que tenéis son muy raras"... pero ante cualquier comentario levemente no-positivo sobre el idioma, se ponen a la defensiva. Si alguna vez tienen la oportunidad, pueden probar con "el catalán es igual al español, pero sin la última letra de cada palabra".
Análogamente, es increíble la amabilidad que demuestran cuando uno habla (un poco) catalán. Incluso te dicen que "se agradece" el esfuerzo de aprender la lengua (esto me ha pasado al menos 2 veces en situaciones totalmente diferentes con gente totalmente diferente).

El gobierno catalán invierte vaya-uno-a-saber-cuánta pasta en que el idioma siga perdurando. Un ejemplo son los cursos de catalán gratis para extranjeros (a los que, por cierto, estoy asistiendo, ya que están muy bien).

Con el idioma no parecen tener la misma predisposición a aceptar diferencias e integrarlas, algo que sí hacen con los inmigrantes. El idioma parece haber alcanzado el estatus de sagrado, y se ha vuelto mucho más importante que otras expresiones culturales. Incluso en muchos puestos de trabajo se exige un cierto nivel certificado por escrito de catalán (el famoso "nivel C"), pero no he visto un solo caso en que pase lo mismo con el castellano; aunque las 2 lenguas son oficiales aquí.

Para terminar este pequeño pensamiento, que no tengo resuelto aún, les dejo un par de anéctodas.
Por un lado, contar que a un negocio conocido le instaron a poner todos los carteles que tiene colgados en el interior en catalán, porque solamente estaban escritos en castellano (de nuevo, el castellano aquí es tan válido como el catalán... y tampoco creo que haya casos en que te obligen a poner los carteles en castellano si uno los tiene solamente en catalán).

Por otro lado, un par de fotos de otro negocio, al que seguramente también lo "invitaron" a poner sus carteles en catalán... y en el que se ve que aquella idea de "el catalán es como el castellano pero sin la última letra" no es, después de todo, tan descabellada :)