La humanidad ha ido evoluciando su visión sobre nuestro lugar en el universo. Hace muchos años considerábamos que estábamos en el centro del mismo, que todo el resto de los astros giraban alrededor de nuestro (chato) planeta. Hace algún tiempo nos dimos cuenta que estamos en un planeta que gira alrededor de una estrella. Esta
idea se había propuesto hace muchos años, pero no fue sino hasta hace relativamente poco (unos 500 años) que está aceptada y demostrada con todas las letras (para variar, fue la iglesia católica quien no quería aceptar la teoría heliocéntrica).
A comienzos del siglo XX la psicología descubrió la subconsciencia. El ser humano ya no era el centro del universo sino que además teníamos reacciones y actitudes no controladas de modo consciente. Un caos total!
Hace ya menos años, el científico y divulgador Carl Sagan escribió el libro "
Pale Blue Dot", inspirado en la conmovedora
fotografía del mismo nombre. Esto nos hizo vez que no solamente nuestra querida Tierra gira alrededor del Sol, sino que también somos solamente una pequeñísima manchita en lo vasto del Universo. Y que encima nuestro sistema solar está en la periferia de la
Vía Láctea.
Así, de a poco, vamos aprendiendo que somos mucho más insignificante de lo que pensamos.
En cierto modo, yo vengo repitiendo el mismo comportamiento. Me creo el centro de las cosas, que todo el mundo hace lo mismo que yo, que todos ven el mundo de igual manera: la mía. Y que todo lo que yo conozco y supongo es correcto, que es la
verdad verdadera.Claro que yo
sé que esto no es así, que todos somos diferentes, que no todo lo que yo conozco, pienso y supongo es lo correcto, pero una cosa es saberlo con la cabeza y otra cosa es realmente creérselo, tenerlo internalizado. Y sucede que cuando tenés algo internalizado, las situaciones te agarran con la "guardia baja" y aprendés una nueva lección de que uno no sabe nada.
Unos años atrás me dí cuenta que no todo el mundo tenía una
representación mental de los días igual que yo. También descrubrí que hasta las costumbres más pequeñas, cosas que nunca jamás me detuve a pensar, son diferentes de casa en casa. Por ejemplo, para enjuagarme la boca yo uso un vaso. Un día se me ocurrió comenzar a preguntarle a los demás cómo se llevaban el agua a la boca para enjuagarse y, sorpresa, nadie usaba un vaso....
Últimamente me viene pasando que descubro que muchas cosas "argentinas" no son tal. Son de otro lado, de alguien más. Acá van algunos ejemplos, después de tan larga introducción, de las cosas que descubrí que no son lo que había pensado.
UNO: Supermercados
SPAR. Pensaba que eran cordobeses (mi provincia natal, en Argentina), pero se trata de una cadena holandesa.Quizás pensé eso porque tienen una pinta medio "de barrio", no como otros grande supermercados o hipermercados. Acá en Europa ya ví varios SPAR y siempre tienen esa pinta de barrio. Me lo dijo un amigo
DOS: la canción "de" la
Mona Jiménez Amor secreto. También cantada por
Kapanga. Resulta que es de un nefasto personaje español, llamado
El Fary. La mona nos trajo esta canción en
1986, mientras que la original es de 1983. La versión cantada por El Fary:
acá.
TRES: esta ya fue la gota que rebalsó el vaso, y escribí este post de una buena vez. No lo podía creer. Se trata de la famosa canción "Quiero una novia pechugona", que es "de"
Fontova. Yo estaba seguro, segurísimo, que era suya. Tenía asociada esa picardía del negro con la letra de la canción, era brillante, una rima espectacular, un ritmo pegadizo... y resulta que hace un par de días me enteré que la
canción es de un grupo
catalán llamado
La Trinca, que la (CUIDADO con ver en el trabajo)
versión de Fontova es una adaptación donde cambia un poco la letra y que, para más inri, la versión
original es en catalán y se llama "Em descontrolen les neurones".
¿Qué más me estaré perdiendo?
UPDATE: ojo los españoles tampoco se quedan atrás! acá muchos se creen que
Sólo le pido a Dios es de
Ana Belén y no de
León Gieco!