6 de agosto de 2011

Vida del deporte: allá voy!

Mi notebook/portátil cumple 4 años en noviembre. La compré en Portugal, allá por el 2007, y este año la quería dar de baja. Mi excusa es que "soy informático, y me gusta tener una buena compu" y que "4 años ya está bien". Así que, hace un par de meses, me puse a mirar qué había de nuevo.
Entre notebook y desktop, finalmente me decidí por una notebook, que la puedo mover con gran facilidad. Hay cosas más rápidas que lo que tengo ahora, con 4 cores en vez de 2. Si quiero algo con 12Gb o más de RAM, cuesta mucho conseguir o se pone ridículamente caro (aclaración: no es que quiera 12Gb de RAM. Quiero la posibilidad de ponerle 12 o 16 más adelante).
Estuve dándole bastante vueltas al asunto, me enganché con una Dell XPS que está buenísima... y que al final no compré solamente porque tienen 2 slots, permitiendo un máximo de 8Gb de RAM (había una opción de adquirir un "sistema 3D", que permite más RAM Y cuesta mucho mucho más).
Sumado a este inconveniente, me pareció que si mi querida notebook todavía funciona, aunque sea un poco lenta y muy ruidosa, realmente no necesito cambiarla... y que si la cambio estaría aportando a la gran rueda de la obsolencia percibida.
Mejor espero a que se rompa del todo, o a que sea tan lenta que no me sirva, o que la nueva tecnología haga que realmente valga la pena el cambio (mucha RAM, discos SSD grandes, buenos y asequibles, 8 cores, algo así). Mientras tanto, sigo con lo que tengo.

Entonces, se empezaron a mover con más fuerza dentro mío unas ganas que hace tiempo tenía, pero estaban medio dormidas: un bici. Hace varios años yo andaba mucho en bici, salía mucho por montaña con un amigo (que casualmente también vive en Barna ahora!), iba de campamento, me perdía, me divertía. Cuando comencé a estudiar, me mudé a Córdoba, "senté cabeza" (y culo) fui dejando la bici, al punto de no tocarla por años. Pero desde que comencé a hacer spinning me volvieron a surgir las ganas.
Hace un tiempo ya que vengo con ganas de bici, pero siempre tenía alguna excusa para no comprar: que no entra en el ascensor, que la vas a usar poco, que qué pasa si me mudo...

El tercer ingrediente que entró en juego fueron Hernán y Candelaria. Los tipos se fueron de Argentina hasta Alaska en auto, siguiendo su sueño. Ahora estoy leyendo el libro del viaje y, si bien es un poco meloso, la historia es tan abrumante que te hace plantear un montón de cosas. ¿Por qué no dejar de poner excusas y comprar la bici de una buena vez?

Así que entre compu o bici, la decisión fue clara. Me compré una usada que está en muy buenas condiciones. Tiene un montón de tecnología que "en mi época" no había, así que a aprender de nuevo!
La niña llegó el martes pasado. Hasta ahora le he quitado el descarrilador trasero para limpiarlo, y lo he vuelto a poner. Los cambios de atrás, que funcionaban un poco mal, ahora están 9 puntos (no digo 10, porque les falta un poquito de regulación, supongo).

Hace un rato ya hice una primera salida bastante "de verdad", 2 horas río arriba. Y me encantó.

Pongo ahora un par de fotos de cuando era jovencito e hice un viaje con mi amigo, y de la nueva adquisición:

Invierno de 1995:




Verano de 2011: